En estos momentos eres...

2 de mayo de 2020

Mi Confinamiento...

Compaginaba mi empresa con un trabajo en un hotel de Lanzarote desde hacía 3 años. Mi empresa seguía funcionando y yo me desahogaba mientras mi pareja seguía en Brasil. Más que un trabajo era un divertimento, pero además bien remunerado, mi labor era de relaciones públicas del hotel. Un hotel de lujo, familiar, con 5 villas de lujo a pocos km de la playa.

En marzo estaban todas las villas completas, cuando surgió el Covid enseguida todos los inquilinos quisieron desarlojarlo, excepto una pareja que llevaban alojados 2 meses, pues estaban reformando su vivienda. Tenían la villa alquilada hasta Julio, fecha prevista para tener su casa finalizada. Llegado el momento de desalojar casi se vuelven locos, ¡¡no tenían a donde ir¡¡.

El director del hotel nos reunió, éramos 9 trabajadores, 5 locales y 4 de fuera de las islas. Nos comentó la situación de esa pareja que no tenía a donde ir y dijo que no les iba a dejar colgados, mantendría el hotel cerrado pero con ellos dentro en una de las villas. El quería saber si alguien por su situación estaba dispuesto a quedarse en el hotel durante el tiempo que durara el estado de alarma. Yo fui una de las que me presté voluntarias, mi pareja en Brasil y regresar a Madrid tal y como estaban las cosas no era la mejor idea, así que pensadnos que esto serían unas pocas semanas decidí quedarme. En una situación parecida estaban 2 de mis compañeros que. no vivían en la isla. Uno vivía en Italia, Luca y Lidia, mi mejor amiga en el hotel, cocinera que estaba soltera y decidió quedarse conmigo...

Nosotros dormíamos en unas habitaciones para el servicio más bien pequeñas, así que el director nos ofreció una villa para los tres, habló con la pareja que no tenía a donde ir, y con los que, tras 2 meses en el hotel ya teníamos confianza.. Tan sólo teníamos de preocuparnos de que no les faltara de nada y en lo que a nosotros se refiere, nos dio "manga ancha" para estar allí cuidando del hotel pero sin restricciones.

Estábamos en un auténtico oasis, el hotel constaba como dije de 5 villas con una piscina compartida. La entrada estaba cerrada a cal y canto, un cartel señalaba que el hotel se encontraba cerrado con un teléfono, el del director, para cualquier tema.

Una alusión, no sé lo que saldrá de este confinamiento, pero os aseguro que ha sido una de mis mejores experiencias sexuales de los últimos años, quizá entre las 10 primeras.

En la villa nos alojábamos Lidya, una chica de 36 años, llevaba varias temporadas trabajando en el hotel, era de Barcelona, Luca, un jovencito en prácticas de turismo de 24 años, y yo..  La pareja que se había quedado en el hotel 51 años el, y 41 años ella, eran de Holanda, tenían una empresa en Holanda que les iba muy bien, la vendieron para venirse a vivir a España, matrimonio sin hijos, al ser un hotel pequeño solíamos saber la vida de muchos de nuestros inquilinos. Eran los dos de color, muy cuidados de cuerpo, eso sí, bebían hasta el agua de los floreros, lo cual no sería un problema ya que teníamos el almacén lleno de bebida por estar en temporada alta.


>La primera noche, el resto de la gente se fue a media tarde,  que nos quedamos solos, ya la liamos, tuvimos una reunión en la piscina y nos habló Niek, el inquilino.

Niek: No sé lo que os habrán dicho, aquí mandáis vosotros pero se tendrán en cuenta nuestros comentarios. Hablaba español regular. Aqui no hay distinciones, estamos en una situación comprometida pero lo vamos a paar lo mejor posible, nosotros trabajaremos con vosotros y aqui no hay clientes ni trabajadors
Yo: Perfecto¡¡ vamos a tomar algo para celebrarlo.

Ellos bebían sin sentido, los dos, hasta altas horas de la noche, a ella le daba por bailar para él cuando estaban bebidos en plan insinuante, es cierto que alguna vez, con disimulo, el director tuvo que llarmarles la atención pero como eran gente super sana y muy explendidos estaba casi todo perdonado.

Al dia siguiente Lidia se levantó temprano y. cocinó para tener comida un par de días, así lo había organizado para no estar todo el día exclava de la cocina. A las 12 ya estábamos en la piscina, habíamos hecho una zona con las hamacas para estar todos juntos en mitad de la piscina, la piscina no era muy grande, de unos 7 u 8 m de largo. No era habitual que en el hotel las mujeres tomaran el sol en top-less, aunque si alguna lo hacia tampoco pasaba nada. Me conocéis, así que yo el primer día que salimos para la piscina y...